El lunes nos querrán – Najat El Hachmi

Descripción

Sesión 1 (online) – 12 de Noviembre de 2022 – Audio 1 en IVOOX: https://go.ivoox.com/rf/96282341

 

 

El lunes nos querrán. Premio Nadal de novela, 2021.

Najat El Hachmi.

 

Ediciones Destino. Colección Áncora y Delfín. Volumen 1525.

ISBN 978-84-233-5877-9

 

Debate único Club de lecturas: sábado 12 noviembre 2022 – 19.00 hrs España

 

Links de conexión a sesiones de debate zoom, disponibles para soci@s en sección Ágora de página de inicio de www.clubdelecturas.com.

 

Guía de Lectura preparada por: Marta Giménez La Rosa.

 

 

Instagram de Najat

Najat en la Cadena SER (Buscar la sección La mirada y elegir los audios de los jueves, en los que ella habla)

 

Biografía de Najat El Hachmi.

Nace el 2 de julio de 1979 en Beni Sidel, Marruecos, una pequeña localidad al suroeste del Monte Gurugú y de las ciudades de Melilla y Nador.

 

Llegó a Vic (cabecera de la comarca de Osona, a unos 70 kilómetros de Barcelona) con 8 años, en el 1987, con su madre y sus hermanos. Su padre había emigrado primero y había buscado trabajo y un lugar donde vivir para luego traer a toda la familia. Muy pronto, desde los doce años, sintió la vocación de escritora. Najat el Hachmi es licenciada en Filología Árabe por la Universidad de Barcelona. Desempeñó otras ocupaciones como empleada de la limpieza, cocinera, monitora de deportes y mediadora de la Delegación de Enseñanza de Vich, donde trabajaba cuando presentó en 2004 su primer libro: Yo también soy catalana. Actualmente trabaja como intermediaria cultural y participa muy activamente en la vida social catalana a través de los medios de comunicación.

Relación entre biografía y escritura en NEH.

De mora de mierda a premio Nadal: “He tenido tanto miedo que ya no puedo tener más”

La región marroquí en torno a Nador conforma un espacio plurilingüe donde conviven diferentes idiomas y tradiciones culturales. Al amazigh o bereber se le une el árabe marroquí o dariya, el árabe clásico de la religión y la tele, el francés, lengua de las élites e incluso, el castellano. Najat encuentra en Vic un lugar principalmente catalanoparlante, donde también se habla castellano y será muy sensible a la coexistencia de diferentes lenguas y costumbres, cuya convivencia considera de manera positiva.

Najat pertenece a la llamada «Generación 1b» de la inmigración, es decir, que nace en el país de origen de su familia, pero emigra muy niña y se escolariza en el país de acogida (en el colegio Jaume Balmes de Vic). Ocupa un espacio intermedio entre la primera y la segunda generación de inmigrantes (nacidos ya en el nuevo territorio) y esta es una de las claves de su obra literaria.

Su origen rural de la comarca de Nador, la huella tan intensa que le supone el viaje a España, el primer día en Vic, la primera vivienda en Vic y la inevitable comparación con la casa abandonada en Marruecos… todo está presente en su texto. Igualmente, las dificultades económicas que pasa la familia y las exigencias del mundo del trabajo. Por un lado, el padre se integra como albañil; y, por otro, su madre permanece desarraigada en casa y con relaciones restringidas al círculo de otras familias marroquíes. Sin olvidar el ansiado primer regreso a Marruecos de vacaciones, que es de carácter agridulce al mismo tiempo. Este regreso al pueblo natal, realizado en adolescencia, se convierte en una confrontación con sus orígenes y a su infancia marroquí. En ese regreso comprueba que ha cambiado tanto que no puede volver atrás. En Marruecos tíos, primos, vecinos, todos los creen ricos en España, ilusión alimentada por su insistencia en las maravillas de la vida en Cataluña y la ocultación sus enormes dificultades en Vic, donde le cuesta encontrar su primer trabajo debido a su origen norteafricano. Cuando encuentra trabajo en la industria alimentaria, es físicamente muy exigente y está mal pagado. Finalmente decide criar a sus hijos en la lengua materna amazigh, todo un gesto de protesta.

Como rasgo principal de su obra, destaco la sinceridad, que se convierte en la parte principal de su mensaje literario.

Su carrera como escritora se inicia en modo autobiográfico, con obras que describen su experiencia migratoria y las distintas vicisitudes que ha tenido que vivir en el proceso de adaptación a la sociedad de acogida. Literalmente, empieza a escribir para aclararse en un mundo nuevo -en un país de locos– y reflexionar sobre la complejidad de pertenecer a dos mundos. Su primer libro, Yo también soy catalana (2004) carece de ficción, tanto personajes como lugares son perfectamente reconocibles y, en él, describe el período que va de los ocho a los veinticuatro años de su vida. En esta obra, la autora reflexiona sobre los aspectos básicos que construyen su ser: aprender el catalán, la vivencia de las tradiciones marroquíes y la percepción de las tradiciones catalanas, la oposición entre racismo y acogida siendo estudiante, madre, mujer trabajadora, catalana y marroquí al mismo tiempo. Son ocho capítulos abordados en un estilo que mezcla ensayo y discurso narrativo. El título del libro tiene una frase dirigida a los catalanes para decirles: yo soy catalana, como tú. La segunda lectura podría ser: soy marroquí y soy catalana a la vez. Pertenezco a dos culturas. Yo también soy catalana es un libro de lectura obligatoria para los alumnos de Máster de la Universidad de Vic.

La inmigración amazigh supone la difusión de la cultura literaria oral amazigh. Y viceversa, la traducción al árabe y al amazigh de las obras de Najat el Hachmi enriquecerá la literatura marroquí con la voz de los emigrantes.

Las pasiones de la Najat el Hachmi adolescente son la lectura, la escritura y su aspiración a convertirse en una escritora de renombre. Lee a los más destacados autores de la literatura catalana moderna y siente el impulso descontrolado de producir sus propios textos. Así, durante una visita con los compañeros de instituto a la biblioteca municipal de Vic -una excursión de campo para muchos de ellos-, para ella fue casi un evento histórico. Siendo estudiante, a los dieciocho años, ganó un premio literario otorgado por los establecimientos de Osona, lo que por primera vez puso su nombre en la prensa.

Si tenemos en cuenta que uno de los efectos más evidentes de los procesos migratorios ha sido la reconfiguración de las sociedades de origen y de acogida, vemos que da lugar, en el caso de éstas, a sociedades multiculturales, compuestas por grupos de religiones, idiomas, razas y costumbres diferentes. Producto de esta multiculturalidad surgen las xenografías, es decir, escrituras producidas por autores migrantes en las sociedades que les acogen y en el idioma de adopción.

En una primera etapa, la obra de Hachmi compone una xenografía femenina de alguien que creció en un ambiente en el que las estrictas normas del Islam para con las mujeres no casaban con la libertad que aprendía en la escuela, observaba en la calle o veía en la tele. La familia de Najat el Hachmi era practicante en Marruecos y lo siguió siendo en Vic, ella misma asiste a la mezquita a formarse. Desde el punto de vista social, se codea con una sociedad muy laica pero que mantiene las fiestas de tradición cristiana en una chocante contradicción.

Hay una segunda etapa, durante la cual no se abandona la experiencia migratoria o la pertenencia a una comunidad inmigrante, pero se reelabora y literaturiza, dando lugar a la novela que la consagra, L’últim patriarca (2008), con la que obtuvo el premio Ramon Llull, uno de los más prestigiosos en lengua catalana, el Prix Ulysse a la primera novela de 2009 y quedó finalista del Prix Méditerranée Étranger, 2009. En este libro la autora ajusta cuentas con el machismo y la violencia de un jefe de familia anclado en el conservadurismo y la tradición por encima de todo, en contraposición con la historia de su hija, joven que busca la libertad desprendiéndose de un legado social que no ha elegido y que deberá enfrentarse al padre para poder salir adelante.

Como tercera etapa de expresión literaria propia y liberada de las raíces culturales, Najat escribe la obra La caçadora de cossos (2011), donde abandona los motivos relacionados con la experiencia migratoria para explorar nuevos horizontes literarios, en este caso, la historia de una mujer y sus distintos amantes. Sin embargo, volvió a la segunda etapa con La filla estrangera (2015), una obra centrada en la experiencia de la hija inmigrante que se rebela frente a la figura materna, con la cual mantiene serias diferencias, fruto del proceso de integración en el país de acogida y que pone en evidencia la posición más conservadora de la madre. Con El lunes nos querrán hay una vuelta a la primera etapa.

Cultura amazigh, algunos datos.

El término amazigh identifica a los pobladores del África septentrional anteriores a la expansión árabe. Se llaman a sí mismos imazighen (en plural, las personas libres) y su idioma es el tamazight. Su presencia en el norte africano se remonta hasta el Neolítico, hace unos 10.000 años. Su territorio geográfico se llama Tamazgha y se extiende desde el oasis de Siwa en Egipto hasta las Canarias, pasando por Túnez, Libia, Argelia, el Sahara Occidental y Marruecos, además de la zona de los tuaregs, que es un nómada amazigh, que vive entre Mauritania, Malí, Burkina Faso y Níger.

El término bereber viene del término barbarus que utilizaban los antiguos griegos y romanos para designar todo pueblo que no hablaba griego clásico o latín y que no formaba parte de sus culturas. Entonces, Amazigh debería ser la manera correcta para referirse a este pueblo y su cultura. La lengua tamazight, es afroasiática e incluye una serie de variantes que se hablan en los diferentes países del territorio amazigh, incluyendo Melilla y Ceuta y las islas Canarias antes de la conquista castellana. El tifinagh (ⵜⵉⴼⵉⵏⴰⵖ) es el alfabeto utilizado en tamazight, conocido también como líbico-bereber, se escribe de izquierda a derecha y data, al menos, del siglo VI a.C. Probablemente se origina a partir del alfabeto fenicio, pero sin la influencia grecolatina.

 

 

 

 

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