Socialdemocracia o Liberalismo – Manuel Moreno y Pablo Moreno

Categoría:

Descripción

PRÓLOGO

El libro se enmarca en el contexto de transformación de las políticas económicas como respuesta a la Gran Recesión.

Se estructura en 3 apartados. El primero referido a los valores, en los que se describen los dos polos mayoritarios, liberalismo y socialdemocracia, que se traducen a nivel de políticas económicas en modelo neoclásico y modelo keynesiano. Los autores anuncian el nuevo paradigma post-crisis: la escuela “nuevo keineseana”.

El segundo apartado se refiere a la inserción de España en Europa, los límites que esto impone, y en que consiste el reclamado “más Europa”.

El tercer y último apartado se refiere a España y a las políticas que se pueden desarrollar para paliar los problemas que sufre.

Los autores se definen como socialdemócratas y pretenden que su libro sea un “vademécum de poco volumen y de fácil manejo para consulta inmediata de nociones o informaciones fundamentales” sobre la visión económica de la socialdemocracia.

 

PARTE l – VALORES Y TEORÍA

 

Cap 1.   Valores: El arte de equilibrar trilemas

La política económica es ante todo política, es decir, ideología.

Los autores anuncian su adhesión al teorema de Arrow, que defiende que es imposible construir un orden económico neutral. También adhieren a la idea de Pareto de que “ningún individuo puede mejorar sin que algún otro empeore”.

Reinvindican como valores occidentales los establecidos en la revolución francesa, el trilema libertad, igualdad, fraternidad, aunque proponen cambiar el término fraternidad por el de solidaridad. Son valores que a veces se contraponen, por eso abogan por buscar un equilibrio entre ellos.

A su vez, en cada ámbito específico los autores plantean también un trilema, que tendría un correlato con el trilema básico, a saber:

 

Trilema básico: libertad / igualdad / fraternidad (solidaridad).

Trilema en economía: eficiencia / equidad / sostenibilidad.

Trilema en la organización de los medios de producción: mercado / Estado / sociedad civil.

 

Donde nos situemos en estos trilemas depende de nuestra ideología.

En las democracias capitalistas, la economía se ha abordado en general desde dos paradigmas:

  • Paradigma Neoclásico
  • Paradigma Keynesiano

Trilemas en política económica

El trilema básico libertad / igualdad / fraternidad subyace en economía en tres preguntas:

qué producir / cómo producir / cómo distribuir, dando lugar en los casos extremos a las respuestas siguientes:

Si la respuesta es el mercado: sociedad capitalista (libertad).

Si la respuesta es el Estado: sociedad comunista (igualdad).

Si la respuesta es la comunidad: sociedad tradicional (solidaridad).

 

Pero las sociedades son complejas, y las respuestas no tienen una respuesta unívoca. Los autores plantean también trilemas como respuesta, a saber:

 

¿Qué producir? En término de Objetivos: legitimidad social / eficiencia / sostenibilidad.

¿Cómo producir? En término de Medios: mercado / Estado / sociedad civil.

¿Cómo distribuir? En término de Justicia: procedimental / igualdad / reciprocidad.

Según los autores, las políticas económicas en las democracias modernas se sitúan en algún punto interior del triángulo grande dependiendo de la posición en que nos situemos en cada trilema.

Indican también que en el momento actual de salida de una gran crisis, todas las ideologías se desplazan hacia la parte izquierda del triángulo grande, porque el problema central es la desigualdad y la inclusión.

 

Los autores defienden que la socialdemocracia se sitúa en el centro del esquema, porque es la que busca equilibrar los tres valores y combina la eficacia del mercado con la labor correctora de la acción pública para garantizar que los derechos y la equidad sean viables en la práctica.

 

El dilema libertad versus igualdad

 

Libertad

La libertad tiene su expresión clásica en Locke y Kant que la conciben como derecho natural de pensamiento y participación libre en la toma de decisiones y de disposición de propiedad privada.

El liberalismo defiende que el Estado no debe inferir en la libertad del individuo (visión por la negativa).

La socialdemocracia defiende que el Estado debe darle al individuo la capacidad de ejercer su libertad, asegurando unos medios mínimos de subsistencia para poder tomar decisiones en libertad (visión positiva).

 

Igualdad

El liberalismo propicia la igualdad de oportunidades y la resuelve a través del mercado. Sería un concepto de igualdad en destino.

La socialdemocracia busca una condición de igualdad de partida, para que la igualdad de oportunidades no esté condicionada por las diferencias sociales precedentes. Sin embargo, la socialdemocracia en su versión “tercera vía” (Blair / Guiddens) asumió el principio de igualdad de oportunidades, es decir, un tipo de igualdad “light” de partida.

Llevadas al extremo, las políticas de redistribución implican la ruptura del mercado y conducen a esquemas de tipo comunista, que no han funcionado por ineficaces e insostenibles.

Según los autores, tras la gran depresión toca dar más impulso a la solidaridad para reequilibrar los valores, algo que la socialdemocracia no ha atendido suficientemente.

 

Vientos de solidaridad

La solidaridad se refiere a la identidad social del individuo, a los valores e intereses compartidos.

Se basa en principios de justicia recíproca, que surgen de la condición de pertenencia al grupo (ciudadanía).

En política económica, la solidaridad se implementa a través de las llamadas “transferencias”.

 

Delimitando la socialdemocracia

Para la socialdemocracia, democracia y capitalismo son dos características fundamentales de nuestra sociedad. La democracia y la demanda de derechos civiles y libertades han florecido con el capitalismo. Sin embargo, el mercado tiende a producir desigualdad e insostenibilidad, por lo que el Estado debe intervenir para corregir esos fallos con instrumentos de política económica.

En la actualidad toca priorizar el eje igualdad-solidaridad, lo que implica a su vez políticas expansivas que favorezcan el crecimiento. El capital y los trabajadores con empleo tienen que soportar parte de los costes de las transferencias hacia los excluidos.

 

 

¡Tus comentarios son bienvenidos!