Ciudades sin coches, edificios sin aparcamientos

Nuestra nueva lectura, «Ciudades para la gente» de Jan Gehl, representa un total replanteamiento de los principios tradicionales del urbanismo del S.XX, que a mediados del siglo pasado abrazó al coche privado como elemento estructurador de la trama urbana y de la lógica de diseño y desarrollo de las ciudades. Se trata, dice Gehl, que el planeamiento vuelva a centrarse en el ser humano. La consecuencia de esta revisión pasa, en primer lugar, por un doble cambio: la vuelta a la vida urbana de proximidad, como modo de vivir preferido por las nuevas generaciones, y el reemplazo del transporte privado por una combinación de transporte público y opciones de micromovilidad saludable, como la bici o la aún más sencilla y necesaria: el caminar.

En este contexto, son cada vez más frecuentes las noticias que muestran los efectos de este cambio de tendencia en todos los ámbitos de actividad. Uno de los sectores básicos de la economía urbana, el retail, está viviendo su propia revolución vinculada a este proceso, un proceso que yo llamo de «vuelta a la cludad», y que implica, entre otras cuestiones, la renuncia a los aparcamientos y la plena integración en las redes de transporte público y de accesibilidad peatonal.

La noticia que hoy me ha sorprendido, está protagonizada por IKEA, la cadena sueca de mobiliario y decoración, que como todos los grandes del sector está viviendo su propio proceso de vuelta a la ciudad. Aquellas cajas azules de extrarradio las veremos cada vez menos, y en su lugar comenzaremos a ver tiendas urbanas. El ejemplo de su nueva tienda en Viena es especialmente interesante, por su renuncia a los aparcamientos, una suerte de anatema del retail que finalmente ha sido superado. Las nuevas generaciones pasan del coche, y se manejan caminando y en transporte público, priorizando una vida de proximidad más humana y saludable. El artículo completo (en inglés, sorry) lo tenéis aquí: https://www.treehugger.com/urban-design/ikea-building-big-new-store-vienna-no-parking.html

Fuerte abrazo,

Jorge