Yo no me callo – Esperanza Aguirre

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Descripción

Libro: YO NO ME CALLO

Autor: ESPERANZA AGUIRRE Y GIL DE BIEDMA

1ra Edición: Abril 2016

 

INDICE

 

Prólogo

1.- El shock del 11M

2.- El pp de la Primera Legislatura de Zapatero (2004-2008)

3.- El éxito electoral de mayo de 2007 y los seis primeroa meses de 2008 hasta el Congreso de Valencia

4.- Candidata en 2011 y el cáncer

5.- Las Elecciones Generales de 2011

6.- Mi dimisión

7.- La crisis económica

8.- “Yo destapé el caso Gürtel”

9.- Púnica

10.- Bankia

11.- La corrupción: causas, manifestaciones y propuestas de solución

12.- El abandono de los votos prestados

13.- El agotamiento del modelo de 1990

14.- La política de comunicación del Partido Popular

15.- La irrupción de Ciudadanos y Podemos

16.- ¿Qué hacer?

17.- Un impulso nuevo a la lucha contra la crisis

18.- El necesario “relato” de la libertad en España

19.- Algunas propuestas para el futuro

Epílogo

 

 

 

PROLOGO – Pág 9

 

Aguirre anuncia el objetivo del libro: analizar las razones de la pérdida por parte del PP de un tercio de los votos entre las elecciones de 2011 y 2015, y formular las acciones necesarias para corregir esta situación y volver a convertir al PP en la alternativa mayoritaria de centro-derecha liberal-conservador, homologable con la mayoría de partidos que gobiernan hoy en Europa.

 

1.- EL SHOCK DEL 11M – Pág 15

 

Aguirre se retrotrae a los atentados del 11 de Marzo de 2004 como punto de partida de su análisis, cuando ya se desempeñaba como Presidenta de la Comunidad de Madrid desde el año anterior.

 

Aguirre destaca que aquellos atentados se produjeron en medio de una situación de grave crisis política en España. Y que lo sucedido en aquel momento tiene mucha relación con el recorrido de España en los años siguientes.

 

Cuenta como se pasó de la hipótesis de autoría etarra a la pista islamista, y como la izquierda alentó el odio hacia el gobierno de Aznar, relacionando los atentados con la participación de España en la coalición occidental internacional. Cuenta como la gente le gritaba improperios en sus visitas a hospitales o a Ifema. En su narración, Aguirre no nombra a Bush, ni dice nada acerca del engaño de las armas de destrucción masiva en Irak, en base al cual se justificó la invasión.  Hace una defensa cerrada de Aznar, diciendo que sus decisiones fueron legales y que siempre buscó lo mejor para España.

 

En este capítulo, Aguirre cuenta cómo conoció a Zapatero en una larga comida en el 2000, llevándose la impresión de una persona sin rencor y con un gran amor por España, algo que según ella quedó rápidamente desmentido al llegar al gobierno y favorecer con sus políticas las tesis nacionalistas, ser blando con ETA en su afán desesperado por pactar con ella, o sembrar el odio a través de la Ley de Memoria Histórica. Según Aguirre, Zapatero aprendió rápidamente el guión que le marcaba El País (ejemplo del editorial de Cebrián titulado “El discurso del método”) para descartar la colaboración con el PP y volcarse en acuerdos con los nacionalistas.

 

Aguirre compara la politización de los atentados del 11M en España con la reacción de unidad que tuvo el Reino Unido en torno a Blair tras los atentados de Londres. También destaca la unidad en torno a Hollande tras los atentados de terroristas del Estado Islámico en París 2015.

 

Según la autora, Zapatero no habría ganado las elecciones del 2004 si no hubiese sido por los atentados del 11M. Y echa en falta que la izquierda no haya sido capaz de pedir disculpas desde entonces por un comportamiento que considera “indigno”.  La derrota electoral de 2004 dejó al PP “noqueado”.

 

2.- EL PP EN LA PRIMERA LEGISLATURA DE ZAPATERO (2004-2008) – Pág. 43

 

Aguirre apela a su admiración por la tradición política británica para decir que Rajoy debería haber renunciado a la jefatura del partido tras la derrota del 2004 y haber iniciado una profunda renovación. Pero dado que la derrota se consideró injusta por la influencia de los atentados, esta renovación no se hizo.

Según Aguirre, durante los 4 años anteriores de mayoría absoluta del PP en la segunda legislatura de Aznar (2000-2004), se lograron éxitos notables en materia económica y de creación de empleo pero el PP se fue gradualmente convirtiendo en un “nasty party” (partido desagradable), a lo que contribuyeron campañas en contra como la del “Prestige”, la del “No a la guerra”, o los ataques de grupos antiglobalización. Lo atribuye también al efecto de la mayoría absoluta, ya que durante la legislatura anterior en minoría (1996-2000), el PP era considerado un partido humilde, con capacidad de pacto y de comunicación.

Aguirre hace una referencia a su etapa como Ministra de Educación y a su propuesta de reforma de la enseñanza de Humanidades en la escuela secundaria,  presentada al asumir en el 96 y derrotada en el 97. Era su contribución para terminar con las 17 historias diferentes de cada Comunidad, pero fue votada en contra por socialistas y nacionalistas. Aguirre cree que esta propuesta contribuyó a la mayoría absoluta del PP en el 2000.

Según dice, la refundación del PP se produjo en el Congreso de Sevilla en 1990, en un momento de euforia del “mundo libre” por la reciente caída del Muro de Berlín, y de confianza en el éxito de los defensores de la economía de mercado, la democracia liberal y la sociedad abierta. Pero en 2004 el escenario era muy diferente, con el fundamentalismo islámico atacando occidente (Torres Gemelas) y el renacimiento del “totalitarismo comunista” bajo nuevas formas populistas.

Según Aguirre, Zapatero fue “el peor y más destructivo presidente que ha tenido la democracia española”, por haber tomado medidas con profunda carga ideológica que dividieron a los españoles: retirada de las tropas de Irak, paralización de la LOCE, suspensión del trasvase del Ebro, Ley de Memoria Histórica, Ley de Matrimonio Homosexual, Educación para la Ciudadanía, Ley de cambio de sexo, la nueva Ley de Educación, su alianza irresponsable con el nacionalismo catalán y su obsesión por pactar con ETA que resultó indignante a muchos españoles, con episodios lamentables para Aguirre como la liberación de De Juana Chaos o el chivatazo del bar Faisán. Y todo éste esfuerzo para que ETA lo hiciera saltar todo por los aires al volar el aparcamiento de la T4 a finales del 2006.

En este aspecto de la lucha contra ETA, Aguirre reivindica el discurso del PP de esos años, defendiendo la aplicación irrestricta de la ley (rescatando la frase de Aznar  de “la Ley, sólo la Ley, pero toda la Ley”) y la defensa de las víctimas. En el resto de asuntos de carácter ideológico planteados por Zapatero, el PP se mostró pillado por sorpresa, dubitativo y falto de respuesta clara. Empieza aquí según Aguirre la carencia de definición ideológica del PP, que se irá agudizando con el paso del tiempo.

 

 

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